Aguateros

Simplemente, ofrece el agua que junto a una palabra de aliento y una generosa sonrisa, brindan alivio y calman la sed. Los primeros comenzaron con bidones de agua, posteriormente fueron tachos de leche que conservaban fresca el agua. Después fueron tanques con serpentinas, hielo y mangueras. Cada año, esta área se renueva con nuevas ideas y nuevos inventos, siempre para brindar un mejor servicio al peregrino, de manera rápida y efectiva.

Estos aguateros pertenecen a distintas comunidades. Algunos, a través de los años, han ido incorporando toda la familia en esta experiencia de ser «Aguateros de la Mater».

Cuanta alegría se ve en sus rostros al realizar este servicio y con cuanta disponibilidad, se van ubicando a lo largo del camino, preparándose para la llegada de los peregrinos. Cuanto quiere enseñarnos Jesús con este gesto del aguatero, que está allí siempre dispuesto a saciar nuestra sed, cuando más lo necesitamos, detrás de un rostro desconocido. Él también quiere hablarnos a través de estos colaboradores. Él también quiere saciar nuestra sed, refrescar y limpiar nuestra alma, darnos una nueva vida y para ello nos ha dejado los Sacramentos. El agua del Bautismo que nos limpia del pecado para regalarnos la vida de la Gracia. La Eucaristía de cada domingo que nos confirma la presencia de Jesús resucitado. El Espíritu Santo que quiere encendernos en el amor de Dios y enviarnos a anunciar al mundo su presencia. El agua, signo de vida, de renovación, de pureza, de bendición de Dios, se nos ofrece cada día, de distintas maneras y por distintos rostros, al igual que se ofrece en los 90 kilómetros de Hasenkamp a Paraná.

Tareas:

• Proveerse de vehículos, tachos, vasos, jarras, hielo y todos los elementos necesarios

Responsables:

• En  Hasenkamp: Ricardo Matteoda: Tel. 4930251. Cel: 0343-154051353
• En  Maria Grande:  Horacio «Negro» Meier: Cel.  155028652